George Orwell y Barcelona
George Orwell, autor del profético libro sobre las dictaduras titulado 1984, visitó Barcelona durante la Guerra Civil española y escribió un libro donde recogió sus impresiones llamado Homenaje a Cataluña (1938). Este libro mezcla periodismo y literatura, y describe una Barcelona donde los sueños utópicos del paraíso socialista son finalmente aplastados por el autoritarismo de izquierdas.
La Barcelona de Orwell se circunscribe a un área muy limitada de la ciudad, básicamente en la Rambla y los alrededores de la Plaza Cataluña, unos puntos clave de la “guerra dentro de la guerra” entre los distintos grupos de izquierdas en plena Guerra Civil.
Orwell llegó a Barcelona en diciembre de 1936 y se alojó en los Barracones Lenin, cerca de la Plaza España, y realizó la instrucción militar en Montjuich.
George Orwell en los Barracones Lenin
Esta foto de Agustí Centelles muestra a Orwell durante su instrucción militar. Se le puede ver al fondo, sobresaliendo entre los demás. Media 1,88 metros
Posteriormente combatiría en el frente, retornando a Barcelona en un permiso donde viviría las jornadas de mayo del 37 donde se acabó con el POUM, partido en el que militaba.
Al llegar a Barcelona, se contagió del ambiente revolucionario y se alistó en el POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) que lo envió al frente de Aragón, retornado a Barcelona durante un permiso lo que le permitió ser testigo de las jornadas de mayo del 37. Posteriormente volvió al frente de Aragón donde fue herido de un disparo en el cuello, lo que le llevó de vuelta a Barcelona, con el POUM ya aniquilado por las fuerzas comunistas.
Describe los primeros momentos de la revolución anarquista, que entonces controlaba el centro de la ciudad: “Las formas de hablar serviles e incluso ceremoniosas habían desaparecido temporalmente … Había carteles revolucionarios por todas partes, flameando desde las paredes en nítidos rojos y azules, junto a los cuales los pocos anuncios que aún quedaban parecían manchas de barro.”
El inicio de la Guerra Civil en Barcelona
Cuando se produjo el levantamiento de Franco y otros militares, en Barcelona los obreros y la policía se lograron imponer al ejército.
Un testigo de esos años, Abel Paz, describe los enfrentamientos cuando empezó la guerra: ”La Plaza Cataluña estaba custodiada por diferentes grupos de trabajadores, unos en la Rambla de Canaletas, otros en la calle Pelayo, otros en el Portal del Angel, al pie de la Telefónica… En estas condiciones, llegaron tropas a la plaza. Todos los que estaban cerca de la Telefónica se sorprendieron al ver que en la línea que los separaba los soldados y los obreros confraternizaban, y, como siempre, los oficiales aprovecharon este momentos para tomar buenas posiciones …Rápidamente los fascistas y las gentes se separaron y empezó un intenso tiroteo. Los rebeldes empezaron a retirarse a los puntos mejor resguardados, aunque no lograron emplazar una ametralladora. Algunos ocuparon la Telefónica, otros el Hotel Colón, otros la Maison Doré y el Club Militar. La idea de los rebeldes era dominar la Plaza Cataluña después de apoderarse de la Telefónica, por su importancia militar. Pero en realidad, el pueblo ganó la primera batalla al separar las tropas entre estos dos edificios; aunque combatieron duramente al inicio, se vieron forzados a rendirse.”
Las izquierdas se dividen
Sin embargo, esa unanimidad inicial cambio a medida que el tiempo pasaba y se formaron dos grupos enfrentados: por un lado los anarquistas y por otros los grupos comunistas.
De entre los grupos anarquistas sobresalía la Federación Anarquista Ibérica, con el cual estaba aliado el POUM, de tendencia trotskista y fundado por Andreu Nin. Nin fue nombrado conseller de Justicia de la Generalitat hasta su destitución en diciembre de 1936. La destitución de Nin implicó la exclusión del POUM de la coalición del Frente Popular y dio lugar a los enfrentamientos de los que Orwell fue testigo. Nin fue arrestado poco después y torturado y ejecutado por comunistas del gobierno de la República.
Frente a los anarquistas, estaba principalmente el PSUC (Partit Socialista Unificat de Catalunya), que era la rama catalana del Partido Comunista de España y los partidos nacionalistas.
Los enfrentamientos que acabaron con la destrucción del POUM se desarrollaron alrededor de Las Ramblas. En el edificio de la Telefónica, en la plaza Cataluña, fuerzas del Gobierno atacaron al colectivo anarquista allí situado.
Poco después, el enfrentamiento acabó en la sede del POUM, en la parte alta de Las Ramblas.
Otro de los edificios significativos de aquellos días era el Hotel Colón, que se situaba en el lado noroeste de la plaza Cataluña. Este hotel es mencionado por Claude Simon en su novela Le Palace. Durante la Guerra Civil el PSUC instaló en él su sede central.
Meses después la Telefónica fue objeto de choques entre izquierdistas. Sus trabajadores estaban afiliados principalmente a la anarquista CNT, en lugar de a la UGT, que era de orientación socialista-comunista.
Entonces, en 1937, las fuerzas afines los Gobiernos central y autonómico decidieron tomar el edificio de la Telefónica por la fuerza.
El 3 de mayo tres camiones de la policía irrumpieron en el edificio y comenzó la lucha. Tomaron la planta baja, pero los trabajadores armados les hicieron frente y se llegó a una situación de equilibrio. Finalmente, el 6 de mayo el PSUC logró tomar todo el edificio.
El día anterior, 5 de mayo, el conflicto se había extendido a otras zonas de Barcelona con dos bandos: CNT y POUM por un lado, y PSUC, UGT, Esquerra Catalana y Estat Catalá (de corte nacionalista radical) por otro.
Por entonces, Orwell estaba alojado en el Hotel Continental, (Rambla, 138). Durante los sucesos de inicios de mayo se desplazó al Hotel Falcó (Rambla, 32), que era gestionado por el POUM y daba alojamiento a los soldados de permiso.
Enfrente del Hotel Falcón, en el Teatro Principal estaba la sede del POUM.
Orwell describe la transformación del Teatro ante las urgencias de los enfrentamientos.
“Por todas partes se extendía la suciedad habitual, muebles rotos y papeles rasgados, que parecían ser los productos inevitables de la revolución. Había gene durmiendo aquí y allá; en un pasillo, dos mujeres pobres del puerto roncaban pacíficamente en un sofá roto.”
Al amanecer, militantes del POUM levantaron barricadas frente al edificio.
A la altura del Café Moka (Rambla, 126), en el edificio contiguo, en el 128, estaba la sede ejecutiva del POUM. Aquí fue capturado posteriormente Andreu Nin. Un día antes de que estallaran los combates, una treintena de guardias civiles entraron en el Café Moka y tomaron el control del edificio.
Por su parte, los anarquistas se apostaron en el tejado del Poliorama (Rambla, 115), cuyo tejado dominaba la calle. Durante tres días Orwell montó guardia allí con su rifle:
“Me sentaba en el tejado maravillándome de toda aquella locura. Desde las pequeñas ventanas del observatorio podían verse kilómetros a la redonda: una vista tras otra de edificios altos y esbeltos, cúpulas de cristal y fantásticos tejados rizados con tejas color verde brillante y cobre; hacia el este lucía el azul pálido del mar…”
En ese momento, el Raval lo controlaban los anarquistas, y el Gótico, las fuerzas gubernamentales. En la parte alta de las Ramblas, la situación era más confusa, y sólo las banderas que ondeaban en cada edificio permitía saber a qué bando pertenecía.
El 6 de mayo, una fuerza gubernamental de unos 5.000 miembros se dirige hacia Barcelona.
El jueves por la noche, llegan las fuerzas del gobierno central y la sede del POUM se rinde pacíficamente.
Los líderes de la CNT y la FAI fueron detenidos.
El poder de los anarcosindicalistas en Cataluña había quedado roto.
Después de estos hechos, Orwell regresó al frente aragonés, donde la milicia del POUM continuaba combatiendo.
Regresó en Junio, tras haber sido herido. Para entonces:
“…Al final de la Rambla una hilera de milicianos estaban tumbados, exhaustos. Eran milicianos del POUM venidos desde el frente el día anterior, para encontrarse con que el POUM había sido prohibido, y tuvieron que pasar la noche en la calle porque sus casas habían sido asaltadas.”.
Orwell y su mujer pudieron escapar en tren hacia la frontera francesa. De vuelta a Inglaterra publico su testimonio.
Fuentes:
Homenaje a Cataluña. George Orwell
Doce paseos por la historia de Barcelona. James S. Amelang, Xavier Gil, Gary W. McDonogh