La casa demoniaca.
C/ Torres, 20. Barrio de Gracia
Podríamos decir que parte de la decoración de la fachada de esta casa se diseñó para pagar un favor al mismísimo Diablo.
En esta casa vivía Agustín Atzerías, un negociante con una situación acomodada.
Sin embargo, en determinado momento sus negocios empezaron a caer en picado, ante lo cual el Sr. Atzerías hizo un pacto con el Diablo: le vendería su alma si le tocaba la lotería, y con el dinero podía reflotar sus negocios.
Y así fue, le toco la Lotería.
En agradecimiento, Agustín Atzerías encargó decorar la fachada de su casa con pequeñas gárgolas demoniacas, además de que hizo pintar unos murales con escenas infernales, que podemos ver restaurados.